Resulta que la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) le pedía a los novios de una boda que pagaran los derechos de autor de la música que pusieron en el convite, y para aportar pruebas, añadieron en el proceso probatorio del juicio un video que hicieron ellos mismos, con lo que se saltaron según el juez el derecho a la privacidad, pues no pidieron permiso para grabar, ya tenían una multa por lo mismo de 60.000€, y para ser justos debería caerles no otra similar, sino una por todo el canon cobrado casi a punta de pistola por cada CD vendido, por cada DVD, por cada libro, por cada mp3, por cada reproductor, por cada móvil, por cada penwriter, por todo lo que nos hacen pagar en previsión de un uso incorrecto que se supone que haremos.
Lo del canon del SGAE es como la guerra preventiva de Bush, y aunque parezca una barbaridad, deberíamos unirnos todos contra el SGAE, como en su día nos unimos y manifestamos contra la Guerra Preventiva que declaró el trío de las Azores a Irak, porque hay que recordar que había armas de destrucción masiva, aunque ahora dicen que se equivocaron.
¿Qué tal le sentaría al gobierno español, que se opone a anular el canon del SGAE, una manifestación por navidad, previa a las fiestas navideñas, previa a las compras que todos haremos en sólo unos días?.
¿Y a cada uno de los políticos europeos que quieren anular las redes P2P, quitar de enmedio programas como Emule y otros de intercambio de archivos?
Leí el otro día, y me ha recordado un amigo hoy, que el gobierno inglés pretende dejar sin conexión a internet a aquellas personas que tras la tercera advertencia para que no usen programas de intercambio de archivos, continúen haciéndolo.
Me parece una pasada que al final se impongan los ¿derechos de autor? en todo, en todas partes, que todo dios ceda a este tipo de estafa, de guerra preventiva contra el pirateo, que me cobren por un CD en el que voy a grabar mis fotos, hechas con mi cámara, y por mi, un canon porque se supone que podría usarlo para grabar música, una peli de Almodóvar o de cualquier otro autor o director, que ciertamente tiene derecho a comer de su trabajo, a percibir derechos de autor, pero creo yo que no es justo que incluso perciba, la sociedad que los aglutina, dinero a cambio de nada, sería como decir, "¡eh, tú, dame 2€ quizá te dé algo a cambio!", Ahora, mientras escribo, recuerdo que no hace tanto una sentencia del TS prohibió a los sindicatos retraer una parte de las nóminas de los trabajadores en concepto de canon sindical, y me pregunto, ¿qué diferencia hay entre uno y otro canon, porqué uno esta permitido y el otro fue prohibido?
Y si fuera sólo la SGAE, pues bueno, nos limitaríamos a pagar religiosamente el canon por móviles, portátiles, discos duros, penwrites, leer libros en la biblioteca pública municipal del lugar en el que vivamos, por el posible uso que hagamos de CD's, DVD's, mp3, etc, pero no el asalto a nuestros bolsillos lo hacen entre varias 'sociedades', la SGAE por un lado, la más conocida, por otro lado CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) que a pesar del nombre no deja de ser una entidad privada, para ser exactos una cooperativa que cobra por cada fotocopia, por cada fotocopiadora vendida, por cada grabadora de CD's y DVD's, es decir, el atraco no lo hace El Solitario SGAE, el atraco a nuestro bolsillo lo hace la Banda del Canon, que a modo de mafia calabresa se asocia con otras entidades para luchar contra la piratería.
A veces me pregunto quién es el pirata, sobre todo cuándo veo como TVE ha aportado equis euros en la realización o producción de una película, euros que salen de los presupuestos generales del estado, es decir de nuestro bolsillo, otra vez de nuestro bolsillo. Y sigo preguntándome quién es el pirata cuándo por cada vez que se presta un libro en una biblioteca ha de pagarse un canon, es decir, si se presta 100 veces, se grava el préstamo 100 veces, se cobra el canon para bibliotecas por esa obra prestada 100 veces. Como si el libro en cuestión no se hubiera comprado ya, y al comprarlo no se hubieran pagado los impuestos debidos, ¿cuántas veces hay que pagar los derechos de autor?, ¿cómo repercutirá a las bibliotecas de entidades economicamente más desfavorecidas el canon por obra prestada?, ¿cómo afectará a las posibilidades de los españoles de menor renta?, ¿acaso a eso es a lo que hace referencia el artículo 44 de nuestra treintañera Constitución cuándo habla del derecho de todos a la cultura?
¿No se supone que el derecho a la cultura, por estar precisamente en el título I es uno de los derechos y deberes llamados fundamentales, es sobre todo un derecho no pecunario para la tan cacareada política socialdemócrata de ZP?
A veces pienso que la cultura, como la vivienda o el trabajo digno está ahí, en ese título primero como un alargamiento del preciosista preámbulo de nuestra tan cacareada y obsoleta constitución. Espero que no se tire otros treinta años sin ser modificada, mientras sí, mientras no, creo que es deber de todos exigir a los poderes públicos que el derecho a la cultura sea lo menos grave posible para que realmente todos tengamos las mismas oportunidades para que el acceso a la cultura no se convierta en otro simbolo del estatus social, cuál pantalla de plasma de tropecientas mil pulgadas.